¿QUÉ ES LA MEDICINA NUCLEAR?

Medicina Nuclear e Imágenes Moleculares es una especialidad que emplea materiales radiactivos no sellados o no encapsulados con fines médicos, de investigación y de docencia.

Esta especialidad administra pequeñas cantidades de compuestos radiactivos con el propósito de caracterizar los procesos fisiológicos y fisiopatológicos que ocurren en nuestro cuerpo, constituyéndose como una técnica no invasiva y segura para los pacientes en el diagnóstico y tratamiento de patologías.

Estos compuestos radiactivos llamados radiofármacos contienen una molécula trazadora, que permite que el radiofármaco sea captado por las células del órgano o lesión que se desea estudiar y un elemento radiactivo, que emite radiación ionizante que es captada por equipos especializados como gammacámaras, SPECT y PET.

El avance tecnológico ha permitido la fusión de los equipos de Medicina Nuclear con la Tomografía Computada (TC) (Figura 1) y la Resonancia Magnética (RM), en los llamados Equipos Híbridos que incorporan una visión anatómica de los procesos fisiológicos apreciables por medio de los radiofármacos mejorando el diagnóstico de patologías complejas, además de mejorar la información entregada por los radiotrazadores al crear mapas de atenuación, para corregir la atenuación propia del cuerpo del paciente.

Figura 1: Fusión SPECT – CT que demuestra captación pulmonar, producto de una metástasis de cáncer de tiroides.

En la actualidad, nuestro país cuenta con equipos SPECT/CT y PET/CT que permiten el diagnóstico y seguimiento de patologías, que pueden ser oncológicas como no oncológicas, distribuidos en una red de centros públicos y privados.

Entre los estudios diagnósticos más habituales realizados en los centros de Medicina Nuclear encontramos:

  • Cintigrama óseo que permite la evaluación completa del esqueleto para detectar patologías asociadas a los huesos, tales como tumores primarios, metástasis de diversos tipos de cáncer, infecciones óseas, enfermedades reumáticas, fracturas ocultas, entre otras. Además, al incorporar el estudio híbrido SPECT/CT se puede visualizar la anatomía ósea y cómo esta capta el radiofármaco, siendo muy útil en el diagnóstico de patologías de la columna.
  • Cintigrama renal, cuyo objetivo es la observación del parénquima renal para detectar alteraciones derivadas de cicatrices renales por infecciones urinarias, pielonefritis, malformaciones renales y otras patologías (Figura 2).

Figura 2: Cintigrama Renal con DMSA.

  • Renograma, que es un estudio dinámico que permite evaluar la función renal, siendo útil en la detección de obstrucción pieloureteral y determinación de hipertensión de origen renovascular.
  • SPECT o SPECT/CT de perfusión miocárdica (Figura 3), útil en la evaluación de patologías que afectan a las arterias coronarias.

Figura 3: Spect de Perfusión miocárdica en fase de estrés farmacológico y reposo.

  • Cintigrama de tiroides en evaluación de patologías tiroideas como hipertiroidismo, bocio multinodular, adenoma tóxico, hipotiroidismo congénito y otras patologías que afectan a esta glándula.
  • Ganglio centinela para la detección del primer ganglio linfático en donde drena el territorio en donde se encuentra un tumor. Muy utilizado en la cirugía de cáncer de mama, para biopsiar el ganglio y determinar si la paciente requiere una cirugía más invasiva para retirar todos los ganglios linfáticos de la zona y evitar la diseminación de células tumorales. También este procedimiento se puede realizar en otros tipos de cáncer, como el melanoma.
  • PET/CT con FDG que constituye un estudio de gran valor actual para la detección de patologías que se asocian a un alto consumo metabólico de glucosa, presente en diversos tipos de tumores. Este examen también permite la determinación de patologías infecciosas y el estudio de enfermedades que afectan al cerebro.
  • PET/CT con otros radiofármacos: Existe una diversidad de radiofármacos aplicables al PET/CT que de acuerdo con el trazador elegido, permiten el estudio de patologías específicas, como el cáncer de próstata, tumores neuroendocrinos, cáncer de mama, etc.

En cuanto a las terapias, la más ampliamente conocida en nuestro país es la yodoterapia, que consiste en la administración oral de una dosis determinada de Iodo-131, que es un radionúclido emisor beta negativo y gamma, capaz de destruir el tejido tiroideo patológico. Esta terapia se aplica en pacientes con hipertiroidismo (con dosis más bajas) y cáncer de tiroides (con dosis más altas).

Además, existen terapias con Lutecio-177 para el tratamiento de tumores neuroendocrinos y cáncer de próstata, que se encuentran disponibles en la región metropolitana.

La Medicina Nuclear es una especialidad que requiere de un equipo humano multidisciplinario y que está en continuo avance para lograr diagnósticos/tratamientos certeros que beneficien la calidad de vida de nuestros pacientes y de su entorno.

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